Si te subes a esta autonave por primera vez, bienvenido/a. Nuestros nombres son Chantal Eseverri y Enrique Yuste, tripulantes de Baobab, proyecto educativo que nace en 2009 con el fin de crear las mejores condiciones posibles para el crecimiento de los niños pequeños y sus familias. Este año 2021 nace el proyecto de investigación que aquí te presentamos, Los Autonautas. Este proyecto tiene como objetivo entender la relación entre límites y libertad, como marco donde se desarrolla la autonomía. Para ello visitaremos las escuelas, individuos e instituciones que por su experiencia, recorrido y comprensión puedan traer claridad a estas cuestiones. En este blog actualizaremos semanalmente el curso de la investigación, te invitamos a que nos acompañes y podamos reflexionar juntos sobre estos temas.

La intención es investigar y clarificar qué representa, o puede representar la fuerza de la autonomía en el ser humano. Rebeca y Mauricio Wild, fueron quizás los que con mayor claridad nos hablaron de esta dimensión y su implicación en el desarrollo del niño, visto desde el prisma educativo. Autonomía, en su etimología es gnomos: ley, y auto, a sí mismo. Darse a sí mismo su propia ley. ¿Qué papel representa esta cualidad del ser humano de poder crecer desde sí mismo, desde su propia fuerza interna de desarrollo, al igual que hacen, por otro lado, todos los organismos vivos? Una semilla de encina solo puede convertirse en encina, en la manera en que crece y se desarrolla una encina. Lo mismo pasa con el ser humano. Nuestra tesis es que se permite la manifestación de la autonomía en el entorno de crecimiento en tanto se establezca una relación determinada entre libertad y límites. 

Queremos ver como se trabaja con los límites, las normas, la forma que se da a la manifestación de los impulsos, y por otro lado con la libertad, el dejar ser, el dar espacio para la libre manifestación del ser en desarrollo, y como en virtud de esta relación se posibilita entonces la manifestación de la autonomía como fuerza de crecimiento. La confusión en este aspecto, hoy en día, es notable, en las familias, en las escuelas, en las relaciones. Y a la vez está en el centro de la práctica pedagógica, sea esta de orientación más o menos autoritaria. Los límites son necesarios, pero también ya desde la neurociencia sabemos con Damasio que el factor del interés, de lo emocional implicado en el aprendizaje es un elemento esencial para el desarrollo y la comprensión.  Trataremos de abordar esta discusión visitando las escuelas que enarbolan este reto. Ser del pasado, y trabajar, con todo el arrojo, el esfuerzo la dedicación y el cariño para tender un puente hacia otro tipo de humanidad, a través de otro tipo de educación. Hay escuelas que encarnan este reto. La pregunta es también por tanto ¿Qué es una escuela? ¿Qué debería ser una escuela en nuestro mundo, en este lado del mundo, en esta edad?  

Arendt nos habla de cómo hay situaciones, entre el pasado y el futuro, momentos de verdad, donde se ilumina un contacto con la verdad, donde la ilusión, la identificación con nuestros pequeños sueños de estabilidad se caen, y de repente, juntos, entramos en un momento de contacto con la verdad, con una parcela de realidad más clara, un momento donde el relato, la narrativa que nos mantiene en una visión y una vivencia parcial y estrecha de las cosas y nosotros mismos, se diluyen. Hemos pasado ahora uno de estos momentos. Es cierto que la puerta se está cerrando, y volvemos irremediablemente a la hipnosis, a la ilusión parcial de mi egoísmo. Intentaremos en cualquier caso agarrarnos a la estela de este momento para ordenar en la medida en que podamos las certezas que tenemos en esta cuestión de la educación, de la autonomía, del crecimiento, del aprendizaje, que pone, como digo, encima de la mesa la cuestión de la libertad y los límites, y nos habla de como hemos de construir las condiciones para crecer como seres humanos íntegros, completos, habitando en una vivencia más cercana a nuestras posibilidades reales.  

Una periodista le pregunta a Peterson: -¿cómo es usted capaz de abordar las cuestiones que se le plantean incorporando tantas disciplinas: historia de las religiones, psicología, filosofía? Peterson contesta con una anécdota: -ayer resulta que estaba cenando con dos amigos psicólogos, el uno es un tipo que sabe de muchas cosas, y el otro es un tipo que solo sabe mucho de una cosa. Yo soy del tipo del segundo, tengo una idea donde integro todo lo que voy aprendiendo, reflexionando e incorporando en mi comprensión. -Y cual es esa idea? le pregunta la periodista. -esa idea es que tenemos una idea, un relato a través del cual percibimos y comprendemos las cosas. Mi idea es tratar de poner de manifiesto la naturaleza del relato mediante el que nos contamos las cosas. 

Esto nos recuerda a la idea de Harari: los seres humanos somos seres vivos con la capacidad de generar una narrativa que se constituye como un cuerpo de creencias que nos permite cooperar, funcionar juntos. Este relato determina lo que entendemos que es el mundo, su funcionamiento; también define lo que entendemos que es el ser humano, sus posibilidades. La pregunta que también subyace a la investigación es ¿qué relato sostiene lo que es una escuela hoy?  hemos de hacer expreso la comprensión velada que sustenta esta institución, -el horizonte de precomprensión, decía aquel -ello determina lo que es una escuela y lo que podría ser.

El relato que puede sustentar y legitimar conceptos tan fuertes como libertad, autoridad y autonomía es muy difuso. Los antiguos relatos han desaparecido. Y con ellos el fundamento sobre el que legitimar estos elementos que han sido esenciales en nuestra historia; de hecho, para tener historia, hay que tener relatos que legar, en base a experiencias que de una armazón al flujo del tiempo. Es difícil construir en el abismo del olvido. Quizás debamos romper el miedo a rasgar el velo del pasado y pensar ese pasado desde el hoy. Desde ese lugar veremos que hay mimbres para fundamentar y legitimar prácticas de vida humanas, ricas y profundas, con las certezas que portamos. Si bien es un brote frágil, recién nacido, sus bases son más profundas y consistentes de lo que pensamos. Están basadas en la racionalidad, el humanismo, y en el hilo que nos une a la tradición más valiosa de nuestra historia intelectual, moral y por qué no, espiritual.

Vaya, hay vida más allá de Taylor.  

Trataremos de buscar las escuelas que en su modo de trabajar son el referente por su visión, su mirada, los principios que las rigen, la metodología, el trabajo con las familias, el uso del tiempo y los espacios, la relación entre adultos y niños, la relación entre seres humanos que conviven en espacios de crecimiento.

Queremos hacer esta investigación en abierto. Te invitamos a que nos acompañes en este viaje, a hacer este cuestionamiento juntos, para que cada uno pueda contestar desde sí mismo/a. Creemos que como individuos, y como comunidad es relativamente urgente hacernos este cuestionamiento. Tener hijos, o trabajar con niños, te lleva inevitablemente a tener nuevas inquietudes. Es la segunda oportunidad que irónicamente nos brinda la naturaleza. El precio a pagar es la honestidad, y el esfuerzo. También puedo mentirme y acomodarme en mi oficina. Estar con niños es más cansado. Si acepto el reto es inevitable que se abran nuevas preguntas. Cómo educar, cómo criar, bajo qué principios, qué valores, los niños nos llevan a todo tipo de cuestionamientos que acaban en uno más amplio, para qué vivimos, por qué vivimos. Ahí es nada. 

De nuevo, si nos quieres acompañar, nos queda un sitio en nuestra nave. 

Bienvenido a los autonautas. 

Baobab